Impartido por Carme Magallón Portolé

Por motivos obvios de necesidad política, la agenda feminista se ha centrado en temas que afectan de forma directa a la mujer. Por citar algunos: la violencia de género, el acoso sexual, la brecha salarial, el control de la natalidad o el trabajo doméstico y los cuidados.

No obstante, se hace necesaria una visión más amplia de la materia, una en la que se vaya más allá y se cuestione la visión androcéntrica del mundo y la sociedad. Una que proporcione una mirada nueva para todos los ámbitos de la experiencia y del saber, con una perspectiva de género. Esta nueva visión social se ha venido a denominar popularmente “las gafas violetas”.

En palabras de Georg Simmel hace más de un siglo, “las exigencias artísticas y el patriotismo, el cosmopolitismo, la moral general y las ideas sociales, la validez del juicio práctico y la objetividad del conocimiento teórico, la fuerza y la profundidad de la vida; todas estas categorías son por su forma y su aspiración universalmente humanas, pero en su realización histórica, puramente masculinas”.

El propósito de este ciclo de conferencias es, justamente, separar lo que tienen de masculino y de humano ámbitos tales como la religión, la salud, el lenguaje y la guerra.

En muy pocas ocasiones la guerra ha sido una decisión tomada por una mujer. Esto no implica que la mujer no haya sido cómplice ni participe en el desarrollo de los conflictos bélicos históricos. Sería un error afirmar que las mujeres son más pacíficas que los hombres, pero esta exclusión histórica ha permitido que pueda pensarse y afrontarse los conflictos desde la distancia.

Fruto de esta visión en perspectiva de la guerra, mujeres organizadas para conseguir el sufragio universal e inclusivo, ampliaron su objetivo con una propuesta de paz permanente. En pleno fragor de la I Guerra Mundial, nació el movimiento feminista-pacifista que se conoce hoy. Las gafas violetas permiten verlo, mostrarlo y proponer su universalización.