¿Podemos echar de menos algo que no hemos conocido nunca? ¿Por qué los días pasados parecen ser más felices que el presente y que cualquier futuro? ¿Por qué nos duele recordar, al tiempo que somos incapaces de dejar de hacerlo? En el año 1688 Johannes Hofer acuñó una palabra que, con el paso del tiempo, vino da dar nombre no sólo a un sentimiento sino que acabó por convertirse en el signo de toda una época. La nostalgia nació como una enfermedad mortal de soldados desplazados hasta convertirse en una metáfora casi perfecta del modo en que imaginamos los días que se fueron. El olvido y el recuerdo o la memoria y la ficción han sido desde el origen de nuestra tradición cultural elementos esenciales de la mitología, la filosofía y el arte. En esta sesión reflexionaremos sobre la construcción cultural de nuestra percepción del tiempo, revisaremos antiguos mitos y analizaremos algunas expresiones contemporáneas de esa nueva forma de imaginar el futuro pero, sobre todo, de inventarnos el pasado. Si es cierto que esta es la era de la nostalgia, parecería imprudente no interrogarnos acerca del cuño, desarrollo y posibilidades de esta patología que acabó por convertirse en un noble y casi universal sentimiento.