A principios de los años 40, dos músicos agrandarán el Olimpo de la primera generación de músicos de cine: Bernard Herrmann (Ciudadano Kane), y Miklós Rózsa (Elladrón de Bagdad). A estos nombres se añadirá Victor Young (La vuelta al mundo en 80 días). Pero en aquellos años también hay otro género que aportará un gran bagaje musical: el western. Muchas películas están asociadas a un tema musical, con músicos como Dimitri Tiomkin (Sólo ante el peligro), Alfred Newman (La conquista del oeste) o Max Steiner (Centauros del desierto). Y paralelamente, dos nombres cultivarán el jazz aplicado a las bandas sonoras (Alex North, a Un tranvía llamado deseo, y Elmer Bernstein, a El hombre del brazo de oro), desarrollando una carrera con incursiones al superespectáculo. En esta segunda conferencia de este ciclo se habla (y se escuchan) algunas de las músicas que forjaron nuestra educación sentimental de aquellos años.
Conferencia a cargo de Albert Beorlegui, periodista y divulgador de la historia del cine.