Me llamo Antonia. Soy mayor. Desde mi residencia de Madrid, por reformas, me han trasladado provisionalmente a un caserón de Navalavieja (un pueblucho de aquí cerca) transformado en un geriátrico que, por cierto, lo mismo podría alojar a Juana la Loca que a alguna heroína de las hermanas Brontë.
Blanca, mi íntima amiga, me acaba de regalar un libro en blanco (Libri muti) encuadernado a la antigua y con el título de Il Gattopardo en la tapa. ¡Una joya! Tan es así que he decidido escribir en sus hojas una novela o algo parecido acerca de Giuseppe Tomasi de Lampedusa. Para lo cual, a través de Google, me he hecho traer El último Gatopardo, de David Gilmour, una excelente biografía suya.
Como mi deseo es rendir homenaje a Blanca, la incluyo en el texto, por lo que los ecos de Lampedusa llegarán al lector a través de dos voces: mis palabras a Giuseppe y mis palabras a Blanca. Para amenizar y en segundo plano, aliñaré el relato con especias de la casa.