Martín Zarza es un joven sin grandes ambiciones en la vida que llega a Sevilla, donde ha heredado un piso céntrico, proveniente de Madrid. Escaso de dinero y de suerte, hará frente a la soledad y a una, todavía, incipiente crisis económica. Este primer libro narra su llegada y sus primeros pasos, búsqueda de trabajo y demás avatares. Un Martín hastiado de su anterior vida en Madrid, se verá obligado por las circunstancias a integrarse en la sociedad sevillana. Sevilla es un personaje más dentro del tapiz de caracteres que conforman la novela. Miguel García, como buen sevillano, ha sabido retratar en el libro no sólo el momento puntual, ese 2011 convulso, sino que además a logrado crear una fiel y profunda geografía sentimental de la ciudad.