La obsesión de Rosa Mª Calaf siempre fue contar las historias de los que no tienen voz. Su icónico pelo rojo y su incomparable trayectoria periodística hacen de ella una de las corresponsales más emblemáticas de la televisión pública en España.
Tras una vida de dedicación absoluta al mundo de la información, la veterana periodista se muestra crítica con algunas prácticas del periodismo actual