Ignacio Camacho presenta su último libro, Sevilla, sinfonía para una ilusión (1900-1930), acompañado por Joaquín Rodríguez.
La obra de Camacho es un ensayo que, apoyado en un importante número de imágenes, analiza la evolución de la ciudad que, a finales del XIX, era una urbe atrasada, vieja más que antigua, que necesitaba un fuerte impulso reformador que la situara en el lugar que por historia le correspondía. Si la ciudad conservaba “la gracia”, le faltaba energía y vitalidad para dar el salto expansivo y planificar y urbanizar la Sevilla del futuro. El proyecto de la Exposición Iberoamericana y el Regionalismo cambiaron una parte importante de la faz de la ciudad. El Regionalismo, que constituyó una auténtica invención, transformó una fracción de la ciudad y acabó creando una imagen nueva de Sevilla: nacía así una nueva ciudad, fruto de ese estilo radiante y luminoso. Todavía hoy, la ciudad es, en gran parte, heredera de aquel pasado venturoso y transformador que creía en una nueva Sevilla. La comparación entre la ciudad de principios del siglo XX y la de 1930 nos muestra una enorme renovación: de aquella Sevilla provinciana, sumida en la depresión económica y cultural, pasamos a otra ciudad que ha puesto en marcha su modernización, con todas las luces y sombras que las grandes obras suelen proyectar. Aquella transformación creó una nueva Sevilla, que recibió una nueva imagen y un espíritu renovado que le sirvió de impulso hacia un futuro, en algunos aspectos ni superado ni valorado totalmente. En sólo tres décadas, Sevilla se disponía a interpretar, como una cumbre artística, histórica, social y económica, una sinfonía para una ilusión.