Los países europeos han tomado medidas drásticas para combatir la pandemia de Covid-19. Entre ellos, el Gobierno español ha restringido seriamente las libertades de sus ciudadanos.
En las antípodas de esta estrategia, Suecia prefiere no prohibir y responsabilizar a los ciudadanos para lograr la inmunidad de grupo. La vida en el país nórdico sigue su curso con normalidad. No obstante, algunas voces disidentes alertan de consecuencias catastróficas de esta decisión a contracorriente.