Stanisław Ignacy Witkiewicz
Presentación a cargo de Alberto Marina Castillo, editor, que conversará con el traductor de la obra, Robert Szymyslik.
Fotógrafo y dibujante en alguna de las célebres expediciones de Malinowski, pintor, dramaturgo, ilustrador, filósofo, novelista... Stanisław Ignacy Witkiewicz, Witkacy para los amigos del arte en la Polonia de los veinte y los treinta del pasado siglo, nació en 1885 y se quitó la vida el 18 de septiembre de 1939 ante la invasión del ejército soviético.
Con Nikotyna, Alkohol, Kokaina, Peyotl, Morfina, Eter + Appendix, que acabó titulándose sencillamente Narkotyki (Drogas), se incorpora en 1932 a esa heterodoxa tradición cuyo príncipe es el Opium eater Thomas de Quincey: la de esos indagadores del estupefaciente que, no contentos con remontarse a los casos literarios e históricos del homérico lotófago o la secta de los Asesinos, experimentan en carne propia sus efectos y dan fe de ello, tras los pasos del autor de las Confesiones de un opiómano inglés y adelantándose a los relatos de Cocteau y la literatura del ácido.
Como aclara el traductor Robert Szymyslik, Witkacy “aplica la curiosidad científica al analizar todas estas drogas sobre sí mismo, pues etiquetaba muchas de sus obras (especialmente retratos, cuadros e ilustraciones) con códigos que mostraban qué sustancias había consumido a la hora de realizarlas para conocer más a fondo los distintos efectos de estos narcóticos”. “Fascinante, incisivo, delirante, erudito... son cuatro adjetivos que podrían aplicarse perfectamente a Narkotyki (Drogas) de Witkiewicz”.
Los lectores hallarán en estas páginas reflexiones autobiográficas, máximas morales atravesadas por lo cotidiano y un espíritu inconformista y escéptico que desafía el gusto y el lugar comunes. La anotación de inapelable rigor junto a criaturas de la imaginación estupefacta como aquellos «pajarrorincos sinforónicos y un caballísmico en pordeljansios tripletorsionísticos».