Hace ya casi dos décadas que la ilustradora Catalina Estrada llegó a España desde Medellín, Colombia. Su trabajo, indudablemente influenciado por el folklore latinoamericano, se mueve entre dos coordenadas: la pasión por la naturaleza y el entusiasmo por los colores. A eso se le suma la obsesión por los detalles, las texturas y las simetrías. El resultado: una obra con un estilo personalísimo y consolidado que ha llamado la atención de medios y marcas internacionales.