El espacio mediterráneo ha sido siempre una zona de inspiración y reflexión para quienes en él coexisten. Como cuna de civilizaciones, merece que su legado perdure y que cambie el paradigma de las relaciones que se producen en él.
La diplomacia cultural es una excelente herramienta que debe atender a esa emergencia y al desarrollo cultural del otro. Por ello, tras 20 años de incesante trabajo en ese ámbito, la Fundación celebra esta jornada de trabajo de la mano de relevantes autoridades, expertos, instituciones y think tanks para estudiar de manera conjunta los retos que nos presenta este Mediterráneo en el que vivimos y el papel que toca jugar a instituciones como ésta.