Con motivo del Día de África, celebran, junto con su equipo, los 15 años del Festival de Cine Africano de Tarifa. Un recorrido por las películas que han sido protagonistas a lo largo de estos 15 años, y una exposición fotográfica que, además de ser un homenaje al cine y a la tradición fotográfica, es una forma novedosa e ingeniosa de transmitir a las nuevas generaciones la importancia del reciclaje, y de salvaguardar el medioambiente. Todo ello, rodeados de un ambiente festivo, lleno de colores y sabores africanos.
15 AÑOS DE FCAT · EN CORTO
Peau de colle
(Kaouther Ben Hania, Francia, Túnez, 2013, 23 min, V.O.S.E.)
A Amira, de cinco años, no le gusta la escuela coránica. Decidida a no ir, tiene una idea inesperada que la llevará mucho más allá.
Aya
(Moufida Fedilha, Francia, Qatar, Túnez, 2017, 23 min, V.O.S.E.)
Aya, una niña muy lista, vive en Túnez con sus padres salafistas. Yusef, su padre, no tiene más remedio que obligar a su madre a llevar niqab. Pero un buen día, un acontecimiento inesperado trastornará el destino de la familia.
Dem Dem
( Christophe Rolin, Marc Recchia, Pape Bouname Lopy, Bélgica, Luxemburgo, Senegal, 2017, 25 min, V.O.S.E.)
Un pescador senegalés llamado Matar encuentra un pasaporte belga en una playa de Dakar y decide utilizarlo. De camino, conoce a N’Zibou, un sabio loco que mide las nubes. Este le pregunta a Matar por su búsqueda de la identidad. Un buen día, Matar desaparece.
Mwansa the Great
(Rungano Nyoni, Zambia, 2011, 23 min, V.O.S.E.)
Mwansa intenta demostrar a todos que es un héroe, pero comete una falta imperdonable: rompe la muñeca de barro de Shula, su hermana mayor. No le queda más remedio que lanzarse a una búsqueda para reparar la muñeca y también para demostrar que realmente es Mwansa el Grande.
Incluye también:
EXPOSICIÓN · ME MONTO MI PELÍCULA
Fotografías de Sandrine Balade y Joël Cubas
Proyecto en colaboración con los niños del barrio de Ouidi (Ouagadougou, Burkina Faso)
Hasta finales de los años ochenta, en África occidental estaba muy extendida la costumbre de hacerse fotografías en blanco y negro delante de decorados de lo más variados: la puerta de embarque a un avión, una casa moderna y equipada, un paisaje urbano imaginario… Las poses no eran estáticas, sino que las personas actuaban en la escena: enseñaban su billete de avión, hablaban por teléfono o montaban en una flamante motocicleta.
Casi treinta años más tarde, y coincidiendo con el Festival Panafricano de Cine de Ouagadougou, dos fotógrafos vuelven a utilizar la misma técnica de antaño, pero esta vez evocando distintas profesiones del mundo del cine. Para ello, construyeron in situ los objetos y el vestuario, utilizando material reciclado, dándole nueva vida a objetos que habían perdido su función. Luego pasaron al trabajo con los jóvenes y niños del barrio de Ouidi: con mucha complicidad e implicación, los pequeños vecinos de Ouagadougou participaron en este proyecto no solo como protagonistas de las imágenes, sino también en la creación de decorados.