El Día ofrece la oportunidad de rendir homenaje a la inestimable contribución de los cascos azules a la labor de la Organización y honrar la memoria de los que han perdido la vida prestando servicios bajo la bandera de las Naciones Unidas desde 1948.
La ingente participación internacional es producto de la firme confianza en el valor de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.