Durante los tres días que suele durar este evento, plazas tan conocidas como la Plaza de la Corredera, la Plaza de las Cañas y la Plaza del Potro y sus calles aledañas se visten de manera tal que, tanto a cordobeses como a visitantes, nos transladan a esta época tan fascinante como oscura.
Numerosos tenderetes de artesanía, puestos para degustar diferentes tipos de comida y bebidas, puntos de venta de quesos, miel, pan, dulces, especias, carnes y embutidos atraen cada año a miles de personas. Además de adquirir estos productos en este particular mercado, en otros tenderetes podemos encontrar a artesanos que muestran su oficio in situ, pudiéndose contemplar todo el proceso que va desde los primeros trabajos con la materia prima hasta llegar al resultado final.
Pero además del aspecto más artesanal igualmente se pueden disfrutar de distintos espectáculos tan interesantes como exhibiciones de rapaces, juegos malabares, actuaciones de magia, música, bailes y juegos.