Participan multitud de amantes de la naturaleza y de la micología y, además, cuentan con conferencias, exposiciones de fotografía micológica, visitas guiadas a los monumentos de la localidad, talleres de cocina y, por supuesto, con la oportunidad de brindarle al paladar las suculentas tapas micológicas en los bares adheridos a la Ruta Micogastronómica.