La FIP ofrece una experiencia única, ya que cada caseta representa a un país y está adornada con los motivos tradicionales de cada uno de ellos, como sus trajes típicos, artesanía, música, bailes y una gran cantidad de atractivos. De esta forma, el visitante tiene la oportunidad de disfrutar de las costumbres, folclore y gastronomía de los más de 30 países reunidos en la ciudad, con precios populares y el encanto de una feria andaluza abierta al resto del mundo.