Hace 31 años que arrancó esta tradición en la que gastronomía, ocio y cultura se dan la mano en torno a uno de los principales productos de la producción agraria local: la cereza.
Durante tres jornadas, el parque municipal se llena de estands donde los expositores ofrecen degustaciones y venden cerezas o cualquier otro producto derivado de estas (postres, licores…). Además, amplia variedad de actividades lúdicas, culturales y deportivas arropan el desarrollo de la fiesta.