La influencia del estilo de vida de la gestante sobre el feto adquiere cada día mayor relevancia. El ambiente intrauterino parece estar involucrado en la programación fetal y la descendencia, expuesta a estrés materno, una dieta inadecuada, inactividad física, obesidad o hiperglucemia, entre otros, podría ser propensa a alteraciones metabólicas a lo largo de la vida.