Imparte: Ute Philipp, fisioterapeuta, profesora licenciada de Yoga tradicional, de Yoga hormonal y diplomada en Yoga terapéutico según Pranamanasyoga.
El yoga restaurativo - el antídoto al estrés - nos reconecta con nosotros mismos.
El yoga restaurativo es una forma muy suave de yoga que utiliza cojines, mantas, ladrillos, cinturones, paredes y sillas, practicando posturas (asanas) suaves y apoyadas. Así entramos en una relajación mental y física más profunda. Respiramos más lentamente, el pulso y las fluctuaciones de las ondas mentales se desaceleran, y el sistema nervioso entra en pleno descanso. En este estado, el cuerpo puede recargarse de energía, encontrar el equilibrio y dar espacio para la auto sanación.
Es la aventura de dejarse llevar. Hoy en día donde siempre actuamos, corremos por algo, buscamos soluciones, hacemos todo nosotros mismos y nunca paramos por el estrés. El yoga restaurativo sosiega la sed de SER en vez de HACER, de ser plenamente. Procuramos parar todas las acciones físicas, para lograr un estiramiento sin esfuerzo. Podemos crear espacio en el cuerpo y en nuestros pensamientos, generar el equilibrio interior, aprender a respirar mejor y disminuir la actividad mental. Se abre una puerta al espacio interior… Según Sri Durgamayi Ma (mi maestra espiritual), este espacio interior es como un país vislumbrado, donde hay silencio profundo, donde nos reconectamos con nuestra fuente interior. Allí aprendemos a ser testigos de todo lo que ocurre a nuestro alrededor mientras permanecemos lo más relajados posibles.
Este tipo de yoga se recomienda para todos los que buscan el alivio de sus dolores físicos o psicológicos. Nos ayuda en el proceso de recuperación de lesiones. Puede aliviar estrés severo y generar un equilibrio interior en momentos de estrés emocional, de ansiedad o depresión. También es practicado por personas con buena salud que quieran experimentar un descanso profundo. Gracias a los apoyos cómodos y estables se utilizan en clase, este yoga puede ser practicado por la mayoría de las personas.
Mental y emocionalmente, una sesión de yoga restaurativo nos da una sensación de armonía y revitalización. Nos hace ser más felices.