La moxibustión es el uso del calor para estimular determinados puntos del cuerpo que, según la Medicina Tradicional China, están conectados con órganos vitales. Son los mismos puntos que utiliza la acupuntura y no son más que lugares concretos repartidos por el cuerpo humano que unidos entre sí forman lo que se llama un meridiano, o lo que es lo mismo, un canal por donde fluye la energía vital del individuo (Qi o energía vital). Cuando uno de estos puntos experimenta un fallo, se produce un ‘corte’ del fluido energético, lo que da lugar a un trastorno o alteración concreta. En la moxibustión el calor se obtiene quemando una planta conocida como ‘moxa’ o Artemisa Vulgaris (en su nombre científico). Mediante la transmisión de este calor se consigue que los impulsos provocados por las terminaciones nerviosas de la piel dilaten los capilares, de manera que se mejora la circulación general del cuerpo y, más concretamente, de los puntos sobre los que se aplica este calor. La moxibustión no sólo consigue una agradable relajación corporal, si no también contribuye a mejorar determinadas dolencias como, por ejemplo, los dolores articulares, lumbago, alteraciones digestivas (náuseas o digestiones pesadas), dolores menstruales, insomnio... Es una técnica sencilla que se puede aplicar a sí mismo-a o a otra persona. Al ser una técnica en la cual se aplica calor, la moxibustión es excelente para utilizar en otoño e invierno. En este curso muy práctico se aprenderá a usar la moxa en los desequilibrios energéticos más comunes.