En la línea del trabajo terapéutico de Mon Pueblas, la escritora, coach transpersonal y fundadora de ESANA YOGA.

Taller destinado a la autosanación.

En la línea del trabajo terapéutico de Mon Pueblas y a raíz de la publicación de su libro “EL DESCENSO DE LAS LÁGRIMAS”, la escritora, coach transpersonal y fundadora de ESANA YOGA nos propone esta serie de talleres destinados a la autosanación de aquellas personas que puedan verse inmersas en un proceso de duelo de pareja o que deseen revisar su pasado emocional para liberarse de los “fantasmas” que obstaculizan las nuevas relaciones amorosas y su armonía personal. "DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL AL DESPERTAR" plantea una serie de tres talleres terapéuticos en los que los recursos de la exploración interna, como el yoga o la meditación, nos invitarán a sumergirnos en las profundidades del ser, allí donde el ruido de la mente no puede ensordecer la voz del alma. Las dinámicas empleadas han sido diseñadas para fomentar el autoestudio y la revisión de las creencias, patrones o criterios que están limitando el desarrollo evolutivo de los participantes, todo ello en un clima de respeto a la intimidad personal. Con cada taller se irá avanzando en los procesos de autosanación, por lo que es recomendable realizarlos en el orden previsto, si bien será posible hacerlos de forma aislada, siendo el itinerario propuesto el que sigue: “La pareja: el templo se derrumba”, orientado a todos aquellos que conviven con el fantasma de la separación o que han sufrido una ruptura amorosa; “El duelo: atravesando el desierto”, para quienes desean comprender y superar el dolor de la separación y “El fénix: resurgiendo de las cenizas”, enfocado a todas aquellas personas dispuestas a renacer tras un proceso de duelo de pareja. ESANA YOGA tiene previsto llevar a cabo en 2016 varios ciclos de esta serie de tres talleres, siendo el próximo: “EL FÉNIX: RESURGIENDO DE LAS CENIZAS”. Un espacio para poder abrir las alas de la conciencia y reconectar con el diseño de vida tomando la enseñanza obtenida tras el duelo como motor de cambio y de resurrección.