Trabajarán con el niño interior de cada participante, como forma de sensibilizar a la persona ante la problemática infantil que se presenta en consulta. Si la conexión interior con nuestro propio niño interno está viva surge mucha fluidez en el trabajo con el niño, porque el terapeuta sabe lo que necesita el pequeño en cada momento. Del mismo modo tendrán un abanico de posibles problemáticas que se pueden presentar en consulta en vivo y directo.
La sintomatología que presenta un niño es un indicador de que algo no funciona adecuadamente en el ambiente donde el niño se desarrolla. Es una alerta para transformar lo disfuncional.
La formación será de diez encuentros uno al mes.