La figura de Gaspar Becerra (1520-1568) y su obra tienen una extraordinaria importancia en el panorama artístico español. Las novedades de su lenguaje, su habilidad con el dibujo y su carácter de creador de tipos y composiciones de largo alcance hacen de su obra una referencia imprescindible que sobrepasa lo local.
Nacido en Baeza, en una familia de artistas, se trasladó muy pronto a Italia en lo que fue algo más que un viaje formativo, pues su tiempo de estancia se prolongó hasta 1557. Allí entra en contacto con el universo miguelangelesco trabajando al lado de figuras de la talla de Giorgio Vasari o Daniele da Volterra, conociendo las colecciones romanas y florentinas y convirtiéndose en un pintor de sólido bagaje, en un ambiente en el que la pintura y la escultura se diferenciaban a través de una línea muy delgada.