Actualmente, una de las capacidades con la que los profesionales de la acción social, principalmente los/as trabajadores/as sociales, educadores/as sociales, sociólogos/as y psicólogos/as contamos es la de planificar, implementar, revisar y evaluar la práctica social con personas, familias, grupos, organizaciones, comunidades y profesionales. En la praxis cotidiana de los profesionales de la acción social se conjugan, conocimientos teóricos, competencias y habilidades prácticas que se van configurando en el desarrollo de los procesos y dan origen a un nuevo tipo de saber.
En intervención social lo que se escribe y se socializa, cuando se hace, son los planes y la evaluación de los proyectos; pero, ni los unos ni la otra logran recuperar, integralmente, las relaciones tanto internas como externas, el sentido que los actores le atribuyen a la experiencia y a los saberes que en ella se produjeron. La sistematización es un proceso, que permite recuperar reflexivamente los conocimientos producidos en una experiencia y, en esa medida, es útil para documentar, conservar, compartir y realimentar la misma.
La complejidad social con la que nos encontramos en nuestro quehacer profesional requiere que como trabajadores sociales estemos en un continuo proceso de formación, y que ésta sea una exigencia para mejorar nuestra práctica profesional y para poder intervenir de forma eficaz sobre una realidad social en constante cambio. Desde esta posición, la reflexión sobre la experiencia y la formación teórica acerca del modo de pensarla es un aspecto que va enlazado y no se puede postergar del propio ejercicio profesional.
El curso, de carácter semipresencial está constituido por áreas diferenciadas que conforman un itinerario formativo y práctico coherente que desarrolla competencias transversales necesarias para aquellas personas interesadas en recuperar y reconstruir experiencias prácticas sociales vividas en primera persona.