El taller permite experimentar con los artilugios y técnicas que se empleaban en los orígenes del cine con un elemento clave como base: la luz. En la era digital resulta complicado imaginar cómo se conseguían los efectos especiales que se podían ver en las primeras proyecciones de cine. Este taller invita al público a descubrir cómo funcionaban los primeros proyectores que, con una vela o lámpara de aceite, conseguían crear imágenes pintadas sobre placas de vidrio, dando lugar a un efecto fantasmagórico y sorprendente.
A partir de esta “linterna mágica” o proyector, los asistentes al taller podrán crear imágenes en movimiento, empleando como recurso la luz y las sombras proyectadas. El público generará historias, como si se tratara del argumento de una película. El taller invita a los participantes a abordar conceptos como la luz y las diferentes formas a través de la manipulación de objetos y materiales.
El taller está dividido en seis fases, como si se tratara de reproducir un guión original: en el primer paso, se le propone a los participantes crear un protagonista, que será el guía por el país inventado de luces y sombras; posteriormente, se ideará un entorno, con un paisaje inventado, que puede ser una ciudad o un pueblo, una montaña o un desierto; en el tercer paso, alrededor del personaje principal, surgen otros personajes, como la familia, amigos; a continuación surgen las figuras de los Taumátropos, o los monstruos, que en ocasiones pueden representar el miedo o todo lo contrario; con todos estos elementos, llega la hora de la puesta en escena con la mesa de travelling, que con la ayuda de la linterna, da comienzo al teatro de luces y sombras; por último, las cajas de luz invita a los participantes a que se inspiren en el mundo que han imaginado para seguir narrando historias.