Las mujeres han sido usadas como mercancías a lo largo de la historia y sus cuerpos son explotados por tres modalidades diferentes: El sistema prostitucional, que legitima una sexualidad basada en la dominación masculina, la pornografía, convertida en marco referencial de prácticas sexuales violentas para jóvenes y adolescentes y los vientres de alquiler, que someten a las mujeres empobrecidas a un proceso de control, reificación y violencia obstétrica.
Durante el curso abordaremos estos tres tipos de explotación, que además de una forma de violencia contra las mujeres, sostienen las economías neoliberales y alimentan un negocio que genera grandes cantidades de capital junto con el debate acerca de su legalización o no. Coordinado por Laura Pedernera.