CURSOS DE VERANO.
Solemos presumir de considerarnos la especie más inteligente de nuestro planeta. Y quién sabe si del universo. Quizás sea porque el cerebro humano presenta como sustrato de la inteligencia y desde un punto de vista evolutivo, características muy particulares, más allá de las que le corresponden por la constitución física que nos representa.
El conocimiento de la evolución de la estructura y de la función de cerebro, así como la capacidad de desarrollar la experiencia consciente, son aspectos claves e indispensables a tener en cuenta como base para el desarrollo de los sistemas de la computación basada en los algoritmos bioinspirados, de las redes neuronales del aprendizaje profundo (deep learning) y, por lo tanto, de la inteligencia artificial que forma parte de nuestro día a día en dispositivos y sistemas de toma de decisiones. El contenido de todas las charlas se presentará con rigor, pero de modo que pueda ser seguido por estudiantes y profesionales de cualquier campo del conocimiento.