Inscripción hasta 08/05.
El Reiki es un método ancestral de sanación a través de las manos que fue recuperado para la humanidad por Mikao Usui (Japón 1865-1926). Rei significa Espíritu Trascendental, Esencia, y se refiere a la Energía Cósmica, la substancia primordial de la que todo está hecho. Ki es Energía Vital, o sea la energía cósmica que se individualiza en cada ser y fluye a través del cuerpo por diversos canales. Reiki es Energía Vital Cósmica, una energía de alta vibración que no tiene polaridad. Se caracteriza por su sencillez y consiste en desbloquear los canales que nos conectan con la Fuente Universal para que se restablezca el flujo de energía. Esto se logra mediante alineaciones energéticas que, realizadas por un maestro cualificado, capacitan a quien las recibe para practicar la transferencia de energía de una manera eficaz y segura. Mikao Usui desarrolló tres niveles o grados que en la mayor parte de los sistemas Reiki occidentales se convirtieron en cuatro, al subdividir el tercero que comprende la preparación y el camino a la maestría. Cada grado es completo en sí mismo y supone un salto cuántico en nuestro proceso de crecimiento. Conviene dejar un tiempo entre uno y otro para asentarlo en la práctica, comprensión y profundización de su sutil sencillez y porque los procesos que se abren en cada sintonización en el plano emocional y caracterológico se verían perjudicados al no dar suficiente tiempo para integrarlos. El sistema Usui-Tibetano se encuadra dentro de las escuelas tradicionales de reiki occidental. Tiene como base la enseñanzas del sistema Usui al que se le añadió algunos símbolos tibetanos que han dado como resultado una forma más simple en el ritual de iniciaciones y a la vez propicia un conocimiento más profundo. En esta formación de Reiki, se insiste en la práctica cómo soporte del aprendizaje. Es necesario un ejercicio tanto individual (auto-tratamientos) cómo colectivo (tratamientos a otros) entre los niveles para crear la habilidad que nos permita la profundización real en la vía del Reiki. Para eso es imprescindible crear hábitos nuevos, ejercitarse en la práctica de la repetición de los ejercicios, de los protocolos y tratamientos. El Reiki es una energía segura, práctica y eficiente y sólo la experimentaremos en la medida en que nos dejemos fluir en ella.