El Mercado del Arte es un sector de la Economía que, en los últimos años, ha vivido una gran convulsión, y que podemos caracterizar por los siguientes dos factores:
· Por un lado, por su extraordinario crecimiento (seguramente desmedido, aunque esto únicamente podremos saberlo cuando transcurran unos cuantos años).
· Por otro lado, por su importante transformación (fundamentalmente motivada por una crisis económica de grandes proporciones –y que, y paradójicamente, no afectó de forma negativa al Mercado del Arte, o no, al menos, en términos macro-, y por la llegada al Mercado del Arte de nuevos y grandes jugadores internacionales).
Paralelamente, o quizá como consecuencia, ha surgido una “repentina” y creciente conciencia acerca de la necesidad de determinar cuáles son los métodos más válidos a la hora de determinar –con rigor, y a partir de la objetividad- el valor económico del objeto artístico.
Este escenario es que el que obliga al profesional relacionado con el mercado artístico a poseer los conocimientos (metodología, técnicas y herramientas) que hay que dominar para saber cómo se establece el valor de una obra de arte, así como el juicio y el criterio que es necesario generar para conocer las razones que permitan explicar que una determinada obra de arte se llegue a comprar (o a vender ) por un determinado precio.