Por Annette Kalbfleisch, experta en psicología y psicoterapia.
En esta formación aprendes a reconocer tus propias defensas contra tus propias emociones. Reconoces también las emociones propias y las haces rápidamente concretas y cada vez más manejables. Te aceptas tal como eres y te mantienes presente en el aquí y ahora, así tus fantasmas sobre lo que puede ir mal no van a hacerte salir corriendo.
Mucha gente se siente perdida y desamparada al experimentar sus emociones. No es algo raro: pues casi nadie ha recibido una educación emocional. No hemos aprendido nunca cómo podemos manejar efectivamente nuestras emociones. Por eso mucha gente prefiere evitarlas y se camuflan de ellas. La intimidad auténtica contigo mismo y con tu compañero se hacen imposible si tienes miedo a mostrar tus emociones o sentirlas. Aceptar completamente nuestras emociones y experimentarlas, nos hace más relajados y más completos. Esto se puede aprender, aunque al principio puede parecer cómo algo nuevo e incómodo.