El resultado del taller pretende ofrecer una mirada caprichosa que relaciona con éxito y “fracaso” (para el que no la comparta) una parte del mundo de la imagen fija de nuestro tiempo. Se reflexionará sobre las claves que oferta la imagen contemporánea para su buen funcionamiento. Un mundo acelerado necesita pausa y retardo en el disparo para poder avanzar, hay que detenerse a mirar y pensar la mirada. La imagen nos desborda y el alto consumo de fotografías nos sitúa ansiosos ante nuestras pantallas, estamos enfermos; la pantalla se ha convertido en un lugar que a veces se presenta como un gran tesoro y otras muchas como basurero de imágenes. Pretendo ofrecer mi camino hacia imágenes, una senda privada e íntima que muestra un posible recorrido de los muchos que existen. Mi intención no es otra que pasear y compartir mis tesoros encontrados.