La Ley Seca americana respondió Hollywood con una casi inabarcable saga de películas de cine negro y, de manera más subliminal y extendiéndose más allá del mundo del hampa, con una especie de Ley Húmeda sustentada en el lujo plástico del beso. Un conducto argumental que diseñó el imaginario colectivo de varias generaciones y fue para muchos, y muchas, el manual didáctico básico del que detraer experiencias útiles para la vida real. A la vuelta del tiempo, y en una horquilla temporal que abarca desde 1928 a 1950, Factoría Pláxtica trae a Retroback la exposición 12 besos de amor y una píldora desesperada que incluye además de los doce besos espaciales otras obras pictóricas. Dentro de la misma unidad de estilo, uso narrativo del color, aproximación al imaginario colectivo desde una sensibilidad poética no exenta de humor ni crítica social, que dan carácter singular a la producción de Factoría Pláxtica, se aprecian dos discursos diferenciados, en gran medida antagónicos, y sin embargo complementarios. En cada una de estas obras Factoría Pláxtica logra reubicar nuestra sensación de realidad, que no es sino el trasunto de la percepción de esa realidad en un espejo ilusorio que, por repetición, logra tomar cuerpo en nuestra memoria. Una propuesta que invita desde la expresión plástica a la reflexión sobre el mundo real: el mundo de las imágenes.