Exposición de dos de las obras donadas por la familia Oyarzábal.
La donación Oyarzábal
En 2018 ingresaba en el Museo de Bellas Artes de Sevilla la donación realizada por los hermanos Oyarzábal, compuesta por tres obras pictóricas y dos esculturas. Todas ellas habían pertenecido a sus ascendientes por la línea del escultor Manuel Delgado Brackenbury.
Conscientes de la importancia de donarlas a una institución pública, Ignacio, Miguel y fundamentalmente María aportaron además fotografías y documentos que enriquecían la historia material de las obras, como dos fotografías del pintor Alfonso Grosso ultimando en su estudio uno de los retratos aquí expuestos. La vinculación a la ciudad de Sevilla de los artistas y la modelo que protagoniza esta pequeña muestra, hizo que la donación tuviera como destino este museo.
Dos retratos de María Belén Delgado Llorach
María Belén era la hija pequeña del matrimonio compuesto por el escultor Manuel Delgado Brackenbury, nacido en la localidad sevillana de Las Cabezas de San Juan, y Mercedes Llorach Dolsa, perteneciente a la burguesía catalana, a quien había retratado Ramón Casas en su juventud (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía). Manuel y Mercedes habían perdido a sus dos hijos varones en 1936: Manuel, retratado por Santiago Martínez en otra de las obras de la donación, y Pablo.
El retrato de María Belén a la edad de siete u ocho años, que realiza su padre en barro, metal y escayola, patinado en color bronce, fechado hacia 1926-27, tiene un aire desenfadado y melancólico. Las suaves y redondeadas líneas del busto recuerdan la delicadeza formal del modernismo catalán, del que bebió el escultor.
Por otra parte, Alfonso Grosso retrata a María Belén el mismo año de su boda con Gonzalo Santa Cruz, barón de Andilla, en 1944. De gran interés es la fotografía que acompaña al retrato, donde podemos ver a la modelo posando para el pintor, que da los últimos toques a la obra con el pincel.
Con motivo del Día de la Mujer, se pretende poner el acento con esta pequeña muestra en la modelo, María Belén Delgado Llorach, cuyo papel público es exiguo y de la que apenas se conservan referencias en la prensa de la época, más allá de su boda o su esquela.