Exposición fotográfica de Erasmo Fenoy Núñez, con textos de Josefina Núñez Montoya.
Presenta una parte del recorrido foto-periodístico de Erasmo Fenoy, sobre la inmigración en el Estrecho, aproximándose a la complejidad del movimiento humano migratorio entre África y Europa, a través del Estrecho de Gibraltar.
Los motivos expresivos de este trabajo definen la fuerza natural de una migración, basada, tanto en la filosofía arcaicamente esperanzadora, en la que el inmigrante hercúleo ha de superar arriesgadas pruebas para poder llegar a la deseada Europa, como en la fuerza vehemente de la construcción del yo cuando hay un futuro ignoto y se vive en tiempo presente incierto. Ambas forjan la creencia esperanzadora en la existencia de la justa, solidaria y acogedora tendencia de nuestra civilización.
El mar tiene su propia ley como estructura geofísica determinante. Sigue siendo una vía de comunicación natural por la que fluyen creencias, conocimientos y formas culturales que ni las leyes humanas son capaces de frenar. ¿Qué ráfagas de aire dominan el cielo que impulsan mi nave hacia estribor?
A través de la retención de un instante, la imagen captada por Erasmo Fenoy transporta al espectador al cuestionamiento de un antes y un después de la imagen misma, generando un diálogo empático con la experiencia que viven muchas personas al cruzar el Estrecho. Lo externo es un caos que cada persona ordena y percibe de modo único para ser feliz. La sutileza de sus fotografías invita a quien observa a afinar los sentidos, sumergirse en el silencio interior que les habla y poder captar las pequeñas sutilezas que hacen tambalear los prejuicios. Por lo tanto, facilita poder captar la complejidad de la naturaleza de los hechos migratorios.
“Al final del camino”, el título escogido para este trabajo, nace de la incomodidad de esta realidad del tránsito que empuja al fotógrafo a cuestionarse sobre un trágico pasado, un inconcluso presente y un imprevisible futuro. Durante el proceso, las creencias que han servido de empuje para andar, se transforman y se mutan inevitablemente con los hechos incontrolables y las experiencias que se padecen, modificando y reajustando este movimiento, de los seres humanos inmersos en él, y por consiguiente, al entorno. Esta idea bidireccional de cambio es la esencia que guarda la sugerente exposición de Erasmo Fenoy focalizada por su gran valor estético y su destacable sensibilidad.