Abel García / Pepe Domínguez
LO SAGRADO – o cómo pintar de mente-
Una exposición dual requiere compenetración o discrepancia para que cobre sentido. Sin el yin y el yang, es absolutamente imposible que cualquier mensaje transcienda más allá de la importancia que habita inherente a la producción de cada talento. Pero, sin embargo, ocurre que, cuando se da- por confrontación o simbiosis- la coexistencia de un trasfondo compartido, acontece la necesidad de poner en valor en conjunto, a fin de que la búsqueda de afecto se fortifique, evalúe y transfiera.
Sucede así con estos dos artistas, cuya pintura, a pesar de su juventud, plantean cuestiones globales – más o menos subjetivas desde una perspectiva absolutamente personal, y; sin embargo, lo hacen compartiendo procedimiento, intereses, y a veces, tema y paleta, para indagar en nuevos lenguajes, una inquietud que proviene de su vasto conocimiento de la historia de la pintura reciente.
De este modo, Pepe Domínguez (Alcalá de Guadaíra, Sevilla, 1997), reflexiona con su pintura sobre la anti-identidad del ser humano, la fragilidad de la apariencia y las realidades multiples, materializando esta idea con retratos ficticios que hablan, en mayor medida, de lo emocional dejando relegado a un segundo plano la cuestión identitaria.