Proyecto de Celia Jiménezo que surge de la necesidad personal de recuperar la memoria histórica familiar y la vinculación que esta guardaba con la naturaleza, debido a que habitaban en un entorno rural. Para ellos la observación del paisaje y las señales de la tierra eran vitales para la supervivencia, puesto que su alimentación dependía casi exclusivamente de lo que ellos podían generar, por tanto sus biorritmos iban acordes con los ciclos estacionales.
A través de la experimentación con la fotografía artística, he adoptado el rol de arqueóloga para conseguir documentar los vestigios de una forma de vida que ya no existe en la actualidad. Mi intención ha sido mirar al pasado desde el presente para poder llevar a cavo una expresión plástica que me permita darle un lugar visible a todas esas familias que vivieron con dureza los años de la Guerra Civil Española y de la posguerra. Además de la fotografía artística, he utilizado la escultura para completar la visión que queremos mostrar de la historia familiar a modo de alegoría de la reconstrucción de la memoria.