Exposición de la pintora Maximina Espeso.
El talento nace con la vida, es innato y, mediante esta capacidad, el artista se comporta como NATURALEZA. El artista es así una NATURALEZA CREADORA.
Los artistas de todos los tiempos, han utilizado esa naturaleza creadora para satisfacer su inquietud por expresar y comunicar.
El arte prehistórico puso al ser humano frente a sí mismo y su realidad como algo dado y creado a la vez.
Esta realidad pintada fluye desde el interior de los artistas hacia fuera, y una vez plasmada en las paredes de las cuevas, esa realidad nueva transforma al artista (y no solo al artista), de creador a espectador.
Al mismo tiempo, la realidad plasmada actúa como un espejo en el que nos podemos ver reflejados y comenzar a reflexionar sobre la realidad en la que existimos. Este proceso, tan importante y tan presente a lo largo de la historia del arte comienza con el arte prehistórico; comienza con esas primeras Naturalezas Creadoras de hace miles de años.