Adaptación de la exposición que sobre la autora Aurelia Navarro se ha celebrado recientemente en la Casa de los Tiros de Granada, que se muestra ahora en Córdoba por la vinculación de la artista con esta ciudad, donde vivió sus últimos años y por su consideración de discípula del pintor cordobés Tomás Muñoz Lucena.
Se exhibirán alrededor de 30 pinturas, la mayor parte de las cuales se conservan en las colecciones particulares de familiares de la artista, conformando una muestra de los diferentes registros plásticos y expresivos que definen la sensibilidad creadora de la autora.
Aurelia Navarro Moreno (Pulianas, Granada, 1882-Córdoba, 1968) nació en el seno de una familia acomodada, formándose como pintora en los estudios de José Larrocha y Tomás Muñoz Lucena. Con 22 años participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes, obteniendo una Mención honorífica, logrando en 1906 y 1908 Medallas de Tercera clase y el aplauso de la crítica y del público. La artista desafió los estereotipos sexistas dominantes en el ámbito artístico, reivindicando la profesionalización de las artistas. En 1910 sería una de las pioneras que constituyeron la Asociación Española de Pintores y Escultores. Sin embargo, su trayectoria artística fue languideciendo hasta ser abandonada en 1923, cuando ingresó en el convento cordobés de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento. La historiografía artística ensombreció su figura hasta hacerla desaparecer en la segunda década del siglo XX y hubo que esperar a estudios recientes para que fuera rescatada del olvido histórico y fuesen valoradas sus aportaciones al arte español.
Este es el primer proyecto expositivo individual sobre la artista, que recopila obras de sus distintas etapas creativas, desde sus comienzos, en los que compartió con Muñoz Lucena el interés por la representación de temas costumbristas, hasta conformar un imaginario individual, fruto de su propia sensibilidad creativa, habitado por figuras femeninas más naturalistas y alejadas de los estereotipos dominantes.
Aurelia Navarro es considerada “la pintora de la intimidad” configurando en su obra un complejo universo de personajes femeninos que reclaman un espacio propio en el que preservar su intimidad. Las protagonistas son figuras femeninas de su entorno más inmediato, mujeres en soledad, recluidas en su mundo interior, lo que le permite profundizar en sus aspectos anímicos y psicológicos. En estas obras, la autora demostró su gran capacidad como maestra del color, evolucionando desde una pintura de pincelada preciosista y delicada, hacia una factura más expresiva, con trazos sueltos y empastados, de múltiples matices cromáticos.
Con esta muestra, que se ofrece al público desde el 4 de febrero hasta el 17 de abril de 2022, inauguramos la sala III como novedoso escenario de exposiciones temporales.