José Manuel Ballester, Premio Nacional de Fotografía, es conocido por sus series fotográficas en las que reinterpreta la historia del arte hurtándole los personajes a conocidas pinturas y dejando solo el espacio, el escenario en que éstas comparecían ante el espectador. Es un fotógrafo que actúa sobre el concepto de la ausencia.
Esta vez, el concepto no se refiere a la inexistencia de personas en sus fotografías, en sus espacios silenciosos, sino también a la desaparición de las obras del museo matriz de San Petersburgo en las salas de lo que era su filial malagueña. La guerra en Ucrania hizo congelarse la colaboración entre Málaga y el Museo Ruso, y esa ausencia verdadera y tangible queda expresada por las obras de Ballester.
En la sección titulada ‘San Petersburgo 2016’ testimonia una visita realizada al Museo Estatal Ruso plasmando sus espacios visitables, su esplendor imperial de interiores suntuosos. Mientras, en ‘Mundo moderno’ se centra en las salas dedicadas a las vanguardias rusas, que fueron una presencia constante en la Tabacalera, sometiendo esta vez las imágenes a tratamientos que las difuminan y hacen irreales los espacios que a través de la luz se transfiguran. Las siguientes secciones, ‘Almacén de pintura’ y ‘Almacén de escultura’, acceden a los espacios ocultos del museo, aquellos en los que se conservan las obras no expuestas.