A través de este proyecto, la artista madrileña Claudia Frau disecciona y analiza el cadáver de una sociedad masculinizada nutrida por la reproducción de acciones cotidianas en ámbitos políticos, culturales, laborales, familiares, etc., y que la consecución de ritos y tradiciones han ayudado a mantener.
Se forja así una estructura que favorece el sometimiento de las mujeres y establece los mecanismos que garantizan su supervivencia.
Una gran fuerza emerge en sus fotografías intervenidas, como un poder no convocado, donde el cuerpo femenino es manipulado, incluso mutilado para cargar con estereotipos heredados.