La recreación se centra en el entorno del Santuario de La Cinta y recoge algunos de los elementos patrimoniales más emblemáticos de la ciudad, un Belén ambientado en la Huelva de finales del siglo XIX y principios del XX y centrado en el entorno del Santuario de La Cinta y la barriada de La Orden. Un nacimiento que ha sido realizado por Manuel Jesús Borrero Giraldo, en colaboración con Juan Álvarez Cristino, y en el que se incluyen algunos de los elementos patrimoniales más emblemáticos de la capital. El reflejo de un trocito de la historia de de Huelva, una obra interesante desde el punto de vista histórico y turístico.
La realización de este nacimiento se ha basado en la historia de la ciudad y en el mismo se incluyen elementos que todavía perviven y otros que, aunque han desaparecido, están presentes en el inconsciente colectivo, dando así a conocer a los onubenses parte de su memoria perdida y algunos elementos persistentes todavía que conforman su carácter.
En el Belén se contempla el Santuario de La Cinta, uno de los edificios más emblemáticos de la capital que ha permanecido como santo y seña de Huelva desde hace siglos. Y junto al mismo la Casa de la Santera de la ermita, Elena Montagut, que escondió enterrada la imagen de la patrona durante la Guerra Civil.
En el nacimiento aparecen reflejadas las chozas, las antiguas casas de pescadores que se asentaban a lo largo de la ribera del Odiel; la Fuente Vieja, el viejo acueducto romano localizado en la falda del cabezo del Conquero; y las tres carabelas, en representación del rasgo colombino de la ciudad.
El guiño a la Revolución Industrial en Huelva, que convirtió a la ciudad y provincia en un centro minero y comercial mundial del cobre, lo pone un antiguo polvorín de la Compañía Minera de Río Tinto, a la altura de la isla de Cuartos en Peguerillas.
Por último, aparece el río Odiel como elemento vertebrador y nexo de Huelva con el mar, donde se unen cultura, medioambiente, historia y antropología.