Autor: Francisco Pérez.

El pesebre napolitano es una de las tradiciones navideñas más consolidadas y que se ha mantenido inalterada durante siglos.

En el siglo XV aparecen los primeros escultores de figuras en madera (Giovanni y Pietro Alemanno). En el XVI, se agranda el escenario y aparecen las figuras de barro cocido. No sólo se realizan representaciones del nacimiento, sino también del mundo profano. Con un estilo barroco aparece la nobleza con sus séquitos, músicos, tabernas, carnicerías, verdulerías, etc, todos ellos con sus trajes de época. Es una representación de la sociedad del momento. En el XVIII, cuando reinó en Nápoles Carlos III, alcanzó sus más altas cotas de calidad y perfección artísticas. La porcelana de Meissen dará lugar a manos, pies y cabezas hermosamente modeladas, que se unen a estructuras de estopa y alambre, después vestidas con las mejores sedas y las más exquisitas joyas. Como máximos exponentes de los autores de esa época estarían Giuseppe Sanmartino, Francesco Celebrano, Lorenzo Mosca y los hermanos Vasallo. Con la venida de Carlos III a España trae con él su querido “Pesepre napolitano” (con más de 4.000 figuras) y aquí se engrandece con la participación de escultores como José Ginés y José Esteve y sobre todo con Francisco Salzillo, autor del más bello belén creado en España. El Belén napolitano es, sin duda, la máxima expresión del belén en el mundo por su belleza y calidad artística. Es ante todo una verdadera muestra de Arte. Aquí creamos uno con más de 120 figuras, pertenecientes a la colección de Paco Pérez, con obras de los más prestigiosos artistas belenistas napolitanos de la actualidad.