Antes de sumergirse en el agua, los pequeños reciben una breve explicación por parte de los profesionales y tras realizar algunas pruebas de respiración con regulador de buceo, entran en la piscina, siempre acompañados por un buceador experto. Aunque la profundidad es mínima, permite experimentar la sensación de ingravidez del agua y observar de cerca las figuras y estructuras que conforman el Belén.
La recaudación se destinará a Busf, para el proyecto de construcción de viviendas en Ecuador y a impulsar un convoy de Ayuda Humanitaria destinado a Indonesia, con el objetivo de paliar las graves consecuencias del terremoto y posterior tsunami que afectó el pasado mes de octubre a la zona Norte y en especial a la ciudad de Palau y donde una expedición onubense, provista de unidad canina, colaboró en las tareas de rescate y asistencia.