El Belén Viviente se realiza en un escenario natural pegado al pueblo en el que se recrea hasta el más mínimo detalle del nacimiento de Jesucristo.
Este entorno natural, el paisaje de media montaña alrededor, la vestimenta, la caracterización tan espectacular de los personajes, representando las diferentes profesiones de esa época, lo convierten en algo inolvidable.
Se recomienda llevar calzado cómodo ya que el camino es de casi dos kilómetros.