Pinturas de Castro Crespo.
Se trata de piezas que él ha elegido de muchas de sus etapas y series desde 1979, dos piezas que recuerdan al Cortijo de los ochenta, y más centrado en su mayoría de 2014 y 15, que no son pinturas tal como la entendemos.
Oleos y acrílicos sobre lienzo. Casi todas son collage sobre papel o cartón, construidos con materiales propios del póvera, trozos de marcos, gafas, recortes de papales impresos, telas estampadas, botones, pinceles desgastados, ramas…, pegados y clavados o grapados al papel o, roto este, a la madera.
Además frente a sus “teatros” tres hileras de sillas, con la herrumbre del paso del tiempo, que él quiere que se vea, forma una instalación con los libros en atril de Albinoni y Vivaldi.