A este pintor gaditano le definen como «El mago de la luz», y es que tras licenciarse en Bellas Artes por la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, Santa Isabel de Hungría, en 1996, ya apuntaba maneras al serle otorgada como premio de licenciatura, la beca de la Fundación Rodríguez Acosta de Granada.

Tiene numerosos premios y reconocimientos, en otros tantos certámenes nacionales, entre ellos: el Primer premio en la Academia de Santa Cecilia del Puerto de Santa María, en Ubrique y en Badajoz.

Expuso por primera vez de forma individual en la Galería Melkart en Cádiz. A ésta, le siguieron, entre otras, en: la Galería Benot de Cádiz; la Haurie en Sevilla; José Pedraza, en Córdoba, Dua2 en Vigo, Metro en Santiago de Compostela, entre otras, y en Fundaciones como la fundación CaixaNova en Vigo, y Castillo de Santa Catalina en Cádiz. Varias muestras en Berlín completan algunas de estas exposiciones individuales. Así mismo ha participado en numerosas muestras colectivas.

En temática habitual rinde homenaje al paisaje urbano, la mayor parte de ellos de azoteas, terrazas y calles de su ciudad natal, de entre los que hay que destacar por su gran belleza su serie de azoteas, en los que el blanco de la cal y la luz del cielo de su bahía proyectándose en ella, producen un profundo impacto en la retina de quien los contempla, en un magistral dominio de luces y sombras.

Es especialmente bella su serie de vistas de azoteas gaditanas captadas en con la luz del crepúsculo. Pero el pintor, baja de las azoteas y se adentra en las callejas estrechas del centro y llega hasta la Caleta. Sus obras fundamentalmente de gran formato atrapan de inmediato la atención del espectador. Su pintura está representada en la exposición permanente en el Mercado Central de Cádiz.