Exposición de pinturas realizadas por Consuelo Buesa que revisan divinidades de la mitología griega, acompañadas por textos poéticos de Francisco Fernández-Pro Ledesma y con un catálogo prologado por el Dr. Antonio Serés Figueras.
Como el Dr. Serés bien refiere en las notas al catálogo, todas las modernidades han tenido que mirar de alguna manera al mundo clásico (aunque sea para rechazarlo –añadimos–). La obra de Consuelo Buesa es, en ese sentido, un ejemplo esclarecedor: rabiosamente moderna en su concreción artística, pero seriamente arraigada en la Antigüedad clásica, en su concepto y en el amplio bagaje que le apoya y la propulsa. Consuelo Buesa presenta ahora en Écija una veintena de retratos (acrílicos sobre tela de 100 x 100 cm; alguno de 200 x 100 cm) en los que se reconoce de inmediato el personal estilo de la artista catalana. Sus personajes mitológicos plantean la dualidad de esas divinidades olímpicas supuestamente inmortales pero creadas por los humanos perecederos, reflejando en buena medida sus propios virtudes y defectos; además, le permiten explorar artísticamente la dialéctica entre razón y sentimiento, y las formas religiosas o artísticas con las que el ser humano ha intentado enfrentarse a la conciencia –y la certeza– de su propia finitud.