XVI BIENAL DE FOTOGRAFÍA DE CÓRDOBA
Toda la obra de González Palma constituye una reflexión sobre la mirada, que interroga la historia y la condición humana. Los temas constantes en su trabajo son la identidad y la memoria; la introspección y la intimidad; la reflexión sobre el poder y la representación de lo no visible: «lo que no se ve cuando se mira, lo que no se dice cuando se habla». Luis González Palma utiliza una sinfonía de soluciones formales que son «un intento de darle cuerpo a los fantasmas que gobiernan las relaciones personales, las jerarquías religiosas, la política y la vida». Para ello se sirve de escenificaciones, que surgen de esta voluntad de ilustrar lo intangible y la convivencia de realidades paralelas. Sus imágenes se nutren de elementos prestados del lenguaje teatral y la imaginería católica, incluyendo también códigos cinematográficos y recursos que provienen de la arquitectura, la danza, la música o las técnicas antiguas de la fotografía.