Exposición de Ángel Serván.
La flor significa y simboliza igual que el paisaje e igual que el agua, la voluptuosidad de las formas imposibles de unas hojas, de unas ramas, la textura carnosa, dulce, satinada como el terciopelo de los pétalos. La promesa silenciosa de cada flor mientras vive en un efímero deseo de belleza e inmortalidad, alienta la creatividad de muchos artistas. Las fotografías son diminutas ventanas al exterior, líneas de luz que se abren como tímidos miradores. Este tipo de trabajo se genera en laboratorios privados, en la intimidad del hogar, donde todo se reduce a la mirada del artista y lo que ella observa y abstrae de la naturaleza; y de la luz, que con la dureza de las formas crea un mundo de matices, tonos, susurros visuales que conforman el eje del trabajo del artista.