Esta primera exposición desde la llegada de los fondos de la Fundación Federico García Lorca al Centro habla de la relación con su ciudad, con sus paisajes, con su gente.
Hay mucho material, riquísimo y emocionante, marcado por la presencia de Granada, desde los textos de juventud hasta su muerte. Toda su obra está llena de los paisajes reales de la vega y de la sierra, que también son metáfora de sus paisajes interiores, es decir, de quien es.
La exposición, la primera que aborda la relación del poeta con la ciudad donde nació y se formó y donde también murió fusilado, contiene fotografías, manuscritos, dibujos y correspondencia para ilustrar esa relación intensa y compleja entre el poeta y la ciudad, la pasión por su belleza, y también su necesidad artística y humana de alejarse para ser “hombre del mundo”.